Las medidas para obtener ahorro económico en las instalaciones de iluminación artificial parten por conocer el nivel de iluminación mínimo necesario en base a la actividad a desarrollar en las instalaciones. Este dato lo obtenemos de la normativa y los manuales técnicos específico sobre iluminación artificial.
Otro aspecto importante es el aprovechamiento máximo de la iluminación natural en función de las aberturas en el edificio.
Todo ello, la orientación del edificio, las aberturas en la envolvente, el nivel mínimo de iluminación y utilizando programas de cálculos (nosotros utilizamos en particular el DIALux) podemos determinar el nivel de iluminación artificial mínimo necesario que hay que aportar para cumplir las necesidades de la actividad a desarrollar.
Este nivel de iluminación artificial se puede conseguir con distintas tecnologías. Normalmente aquella tecnología con mayor rendimiento (Lumen/watios) será la más cara. Por ejemplo, la tecnología led que es una de las que nos ofrecen unos de los rendimientos mayores suele tener unos costos importantes, por esto, esta tecnología, no siempre es la más interesante. Por tanto, para decidir que tecnología es la más interesante necesitamos saber las horas de funcionamiento. En la medida que la instalación de iluminación artificial funcione más horas será más interesante una tecnología más eficiente, siempre y cuando la vida media del equipo sea superior al periodo de amortización. Con este dato podemos decidirnos por una tecnología en particular dado que se podrán realizar comparaciones de los periodos de amortización de las distintas tecnologías.
Si pretendemos conseguir aún más ahorro, tendríamos que optar por la iluminación artificial con regulación. Con un sistema de regulación podemos ajustarnos con mayor detalle a las necesidades del local. Además, nos ahorramos el sobredimensionado, que suele ser de un 20%, que se realiza en las instalaciones que no tienen regulación en base a la previsión del envejecimiento de las lámparas. Este sistema de regulación puede estar integrado en un sistema domótico KNX, donde el equipo que mide el nivel de iluminación, que suele ser un detector de presencia, nos permite que la instalación de iluminación funcione también en base a la presencia de personas, aspecto también muy importante en la eficiencia energética.
Otro aspecto importante es el aprovechamiento máximo de la iluminación natural en función de las aberturas en el edificio.
Todo ello, la orientación del edificio, las aberturas en la envolvente, el nivel mínimo de iluminación y utilizando programas de cálculos (nosotros utilizamos en particular el DIALux) podemos determinar el nivel de iluminación artificial mínimo necesario que hay que aportar para cumplir las necesidades de la actividad a desarrollar.
Este nivel de iluminación artificial se puede conseguir con distintas tecnologías. Normalmente aquella tecnología con mayor rendimiento (Lumen/watios) será la más cara. Por ejemplo, la tecnología led que es una de las que nos ofrecen unos de los rendimientos mayores suele tener unos costos importantes, por esto, esta tecnología, no siempre es la más interesante. Por tanto, para decidir que tecnología es la más interesante necesitamos saber las horas de funcionamiento. En la medida que la instalación de iluminación artificial funcione más horas será más interesante una tecnología más eficiente, siempre y cuando la vida media del equipo sea superior al periodo de amortización. Con este dato podemos decidirnos por una tecnología en particular dado que se podrán realizar comparaciones de los periodos de amortización de las distintas tecnologías.
Si pretendemos conseguir aún más ahorro, tendríamos que optar por la iluminación artificial con regulación. Con un sistema de regulación podemos ajustarnos con mayor detalle a las necesidades del local. Además, nos ahorramos el sobredimensionado, que suele ser de un 20%, que se realiza en las instalaciones que no tienen regulación en base a la previsión del envejecimiento de las lámparas. Este sistema de regulación puede estar integrado en un sistema domótico KNX, donde el equipo que mide el nivel de iluminación, que suele ser un detector de presencia, nos permite que la instalación de iluminación funcione también en base a la presencia de personas, aspecto también muy importante en la eficiencia energética.
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